Inicia una rutina de atención plena 

Últimamente la atención plena se ha convertido en una práctica muy popular. Es la interpretación occidental de los preceptos fundamentales de enseñanzas orientales como el budismo.

Cuando pensamos en el budismo, a menudo pensamos en monjes sentados en la posición de loto, meditando varias veces al día. Pero la atención plena es mucho más que la meditación. Es la capacidad de ser consciente de uno mismo durante todo el día. Formalmente, la atención plena se practica a través de la meditación. Pero el verdadero objetivo es poner en práctica las lecciones aprendidas en la vida diaria.

La atención plena no es nada nuevo, solo se ha hecho muy popular últimamente.

En 1979, Jon Kabat-Zinn, profesor de medicina, fundó el programa de reducción de estrés basado en la atención plena (Mindfulness-Based Stress Reduction, MBSR en inglés). Combinó elementos tomados del budismo y el yoga con diferentes descubrimientos científicos para ayudar a las personas a gestionar el estrés, la ansiedad, el dolor y la enfermedad.

Gracias a su falta de connotaciones religiosas, estas enseñanzas rápidamente se hicieron populares en todo el mundo.

¿Por qué comenzar el día practicando la atención plena?

1. Te ayudará a prestar más atención a tus necesidades
2. Te ayudará a no ir con el «piloto automático» durante todo el día
3. Reducirá el estrés y la ansiedad

Dado que el trabajo ocupa la mayor parte de nuestro día, la mañana es el mejor momento para practicar la atención plena durante un rato. De este modo, podrás concentrarte plenamente en ello con la mente despejada antes de que el estrés o la fatiga se apoderen de ti durante el resto del día.

Pero ¿cómo funciona? Básicamente, la atención plena se basa en prácticas formales e informales. Esto significa que mientras practiques cómo ser consciente en una situación determinada como sentarte y meditar, también intentarás ser consciente a lo largo del día (esto es la práctica informal). Esta práctica puede ser muy beneficiosa para los atletas, ya que les permite también ser más conscientes durante el entrenamiento.

Como puedes ver, la atención plena tiene muchos beneficios. Pero ¿cómo se empieza?

Primero, saca tiempo para practicarla por la mañana. Puedes levantarte algo más temprano o desayunar un poco más tarde. No importa cómo lo hagas, lo importante es dedicarle tiempo a primera hora de la mañana. Date tiempo para sentarte durante la sesión. De esta manera, marcarás la pauta para el resto del día.

La primera vez que medites, no será una revelación repentina. Sucede como con el ejercicio, lleva tiempo ver los resultados. Es totalmente normal no «conseguirlo» las primeras veces. No te preocupes por obtener resultados inmediatos. Disfruta del proceso y los resultados llegarán.

En cuanto a cómo meditar, existen diferentes enfoques, según el libro o la aplicación que utilices como guía.

La primera meditación de atención plena te enseñará a escuchar tu interior: cómo se siente tu cuerpo, tu respiración cuando inspiras y espiras, y los pensamientos que van y vienen en tu cabeza.

Después de haber meditado un rato, puede que tengas una sensación de calma. Ahora el objetivo final es llevar contigo esa sensación de calma durante todo el día.

¿Sientes algo de tensión porque ha surgido un imprevisto mientras ibas al trabajo? ¿O te has enfadado con un compañero de trabajo? Intenta volver a ese hábito de solo percibir lo que está sucediendo, sin juzgarlo.

De esta manera, podrás ver esas situaciones por lo que son: solo pequeñas partes del día que en el fondo no han tenido ningún impacto en tu vida. ¿Por qué concentrarse en estas cosas pequeñas y perderse las partes buenas?

La atención plena te da la posibilidad de decidir en qué quieres enfocarte en la vida. Te enseñará a dejar de lado los inconvenientes de poca relevancia y estar más presente en las partes significativas del día.