La luz azul que emiten los dispositivos electrónicos no es inofensiva.

El consumo de dispositivos electrónicos se ha vuelto algo tan rutinario en diferentes espacios como la oficina, un centro comercial, reuniones familiares, caminando por la calle, haciendo mercado o incluso en actividades lúdicas como estar en un parque, donde las personas estén tan pendientes de las pantallas de sus celulares, que llegan a dejar de lado el tener consciencia del tiempo excesivo que pasan frente a estos dispositivos y peor aún, de los efectos nocivos que pueden tener en su salud visual.

Es cierto que cada vez las personas están más inmersas en un mundo tecnológico, invirtiendo mayor tiempo en conexiones digitales. Pero esto no puede ser más importante que cuidar la salud. El promedio de una persona mirando una pantalla de un televisor, computador o teléfono celular, que se establece con los datos de diferentes estudios recientes y según las variables de análisis que entregan las mismas redes sociales, ya alcanza una cifra alarmante: ocho horas diarias.

Es decir que en promedio más del 60 por ciento del tiempo de vigilia de un ser humano lo pasa frente a una pantalla de un aparato que emite un tipo de luz perjudicial para los ojos.

Con tanto tiempo invertido en este hábito existen consecuencias negativas para la salud visual de las personas por la exposición excesiva a la luz azul de dispositivos como los computadores, los televisores, las tabletas y los celulares.

Luz azul

Recibir la luz del sol, encender las luces en la casa, prender la computadora, el celular o cualquier otro dispositivo digital, son actividades que nos exponen a rayos de luz visible e invisible.

La luz solar contiene tonos rojo, naranja, amarillo y verde dependiendo de la energía y longitud de onda de los rayos. En el otro extremo del espectro de luz visible están los rayos de luz azul con las longitudes de onda más cortas.

Aunque la luz azul está en todas partes, las pantallas de visualización de equipos electrónicos como computadores portátiles y teléfonos inteligentes emiten cantidades considerables de luz de este tipo.

Dado que el ojo humano no bloquea bien la luz azul, se considera que dicha esta puede incrementar el riesgo de fatiga ocular, degeneración macular y puede desencadenar variados problemas oculares con el paso del tiempo.

Cuide sus ojos

En esta era de uso desmesurado de dispositivos electrónicos se pueden provocar daños leves como fatiga visual, sensación de picor en los ojos, insomnio, pero también tiene consecuencias más graves como el envejecimiento prematuro de la retina y el cristalino.

En ese sentido se deben tener en cuenta varios puntos claves. Lo primero es que, al trabajar frente a un computador o dispositivo móvil, se debe tener en cuenta adoptar y mantener una posición adecuada en la silla; ubicar el monitor a una distancia aproximada de 33 a 40 cm y en un sitio donde no se refleje la luz en la pantalla; realizar descansos cada 30 minutos durante 15 segundos con el fin de evitar que el ojo se acostumbre a trabajar a una misma distancia; parpadear normalmente para humedecer el ojo. Así se evita la fatiga visual o el síndrome del ojo seco.

Además se debe estar alerta a los síntomas más comunes como enrojecimiento ocular, dolor de cabeza, visión borrosa, entre otros factores derivados del uso de estos aparatos.

Es importante evitar en los escenarios oscuros el uso de teléfonos celulares de pantalla táctil o tabletas. Y se debe tener en cuenta que las últimas versiones de computadoras ya traen los filtros necesarios para proteger la visión.

Carlos Parra Dussan, director general del Instituto Nacional para Ciegos, agrega que en Colombia hay 1.948.332 personas con discapacidad visual. “Caminar, hacer deporte, meditar y medir con alarma los tiempos que permanecemos frente a las pantallas son buenas costumbres que nos ayudan a cuidar nuestra salud visual” concluye Parra Dussan.

Cabe resaltar que no se deben utilizar remedios caseros en los ojos como miel o gotas de limón, pues pueden obstruir el conducto lagrimal y ocasionar, con el tiempo, producir quemaduras en la córnea, y no se deben consumir medicamentos no formulados por el especialista, pues se corre el riesgo de que se eleve la presión intraocular.

Doctora Miryam Yaneth Herrera Gámez.
Optómetra
Profesional del Instituto Nacional para Ciegos, INCI.
Trabaja por el cuidado, prevención y detección de enfermedades en los pacientes con ceguera o baja visión.

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